Hoy he dormido sobre la niebla, entre las brumas de las Hadas del Desamparo.
Me he bañado en sus ciénagas y he degustado el sabor de sus respectivas purezas en la sangre que se mezclaba entre las inmundas aguas. He oído sus lamentos, que me han roto el corazón y han hecho llorar a las rocas de las orillas. He visto sus cuerpos, unas tratando de salir de las aguas, otras furiosas destrozando todo lo que encontraban; otras llorando.
No, es no se puede llamar llanto.
Eran gemidos desesperados y desgarradores, mientras se lesionaban o alzaban las manos a un cielo inexistente.
Otras rezaban simplemente en silencio, invocando a la Gran Madre de todas ellas.
Y entre todas estaba yo, observando, aturdida, identificándome con cada una de ellas-
Me ahogué en las aguas putrefactas y yací en un lecho de flores demasiado hermosas para tan repugnante marco.
Hoy no me siento demasiado bien.
Desearía llorar.
Pero mi cuerpo no encuentra la razón y no me obecede.
Te quiero...
(Sara Calzada Muñoz, con todas las letras)
Claro... Solo podrías ser tú... Si no, no sería perfecto...
ResponderEliminarMentirijillas (L)
Magnifico, me ha gustado mucho, muy expresivo.
ResponderEliminarSin palabras... increible!
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