¿Y qué?
¿Y qué si te quiero?
¿Y qué si te deseo?
¿Y qué si te amo?
¿Y qué si esto es lo que quiero?
¿Y qué si eres tú, y nadie más?
¿Y qué si no quiero cambiar?
¿Y qué si quiero algo más?
¿Y qué si quiero gritarlo?
¿Y qué si te necesito?
¿Y qué si no me avergüenzo?
¿Y qué si me harto?
¿Y qué si esto me cansa?
¿Y qué si soy temeraria?
¿Y qué si te quiero, eh?
¿Y qué?
Por mi parte. No hay ningún problema que quede claro.
ResponderEliminarSolo faltaría que viniera alguien a decirte lo que tienes que sentir, como tienes que ser, como has de cambiar, y señalarte primero con el dedo y luego hacerte el gesto que antiguamente había en los médicos de la emfermera con el dedo vertical pegado a los labios, exigiendo silencio.
Así que por mi parte...Si me preguntas y qué?
Yo llevo a rajatabla una ley. Los problemas para los demás.
Saludos