No te quedes con la curiosidad

La historia del diario continúa en...

viernes, septiembre 04, 2009


Vuelve a sonar la señal, es hora de volver.
La Realidad nos espera y no es precisamente paciente con los que se retrasan.
Caes con un golpe seco en el suelo, levantando el polvo a tu alrededor, sangrando por las rodillas magulladas.
Como las manos…
Agitada, agobiada, demasiada presión en la atmósfera. Gente a tu alrededor, oh, sí, ¡tanta gente!
Pero llevan algo ocultando sus rostros… máscaras, sí, máscaras informes.
Máscaras que dan algo de miedo, sobretodo cuando se te quedan mirando fijamente.
Porque crean ilusiones, hacen que veas cosas como sonrisas, expresiones que no existen.
¡Tanta gente, y tú tan sola…!
¿Sabes realmente dónde estás?
¿Quién puede asegurártelo?
Pero te has levantado. Qué valiente. Y a tu alrededor, sólo polvo marrón. El polvo de la Tierra.
¿Cómo te sientes…? No, espera, no respondas.
No me interesa en realidad.
¿Qué buscas…?
Calla, calla… porque no pienso ayudarte.
Tiendes tu mano, a ciegas… ¿crees que tienes un rumbo? ¿crees que eres alguien? ¿que tienes una identidad? ¿que alguien te está esperando?
Tantea el aire, si quieres. Solo saboreas el polvo que te llega a los labios.
Pero, ¿quién ha puesto esa fresa en tu mano?
¿Y la venda de tus ojos?
Bésala, esa fresa es para ti. Lleva tus iniciales bordadas en sangre.
Jugosa, sabrosa, fresca. Lista para tus labios carnosos.
Muérdela, por la mitad.
Deja que su dulce acidez te inunde las papilas gustativas, y tiñan tu lengua de placer, y la saliva lo eleve hasta el cielo de la boca.
Ah, tan roja, tan hermosa. Tan deliciosamente carnosa.
Qué más da cómo ha llegado a tus manos.
¡Qué más da que no te guste verdaderamente la fruta, que te pique la punta de la lengua por su agrura!
Está buena, y tenías sed.
Tenías hambre.
Tanta hambre…
Come, querida.
Porque es hora de volver, porque la señal vuelve a sonar, insistente, y abres los ojos y te encuentras con esos otros, aun cerrados, que miran en la misma dirección.
Que esconden un océano oscuro, como la tierra, lleno de seres extraños, lleno de preguntas y de remolinos internos.
Y lleno de amor.
Un océano lleno de criaturas creadas por tu mirada… todas esperando tu caricia y tu beso para despertar esta mañana.

5 comentarios:

  1. Desconcertante a la vez que intrigante.Un saludo.

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  2. Como tu canción de Evanescence, fugo de esta primera realidad para transitar otras realidades apenas perceptibles, más amables, más gentiles y solo asequibles por una innombrable intuición...

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  3. Ey te echaba de menos. por qué no escribes más?
    Somos algunos que disfrutamos con estas historias. Realmente irreal la tuya.
    Me gusta. Por cierto mola tu "violín"

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  4. Ten presente la amable máscara de la indulgencia para los que no entreven, siquiera, que una máscara los porte a ellos.

    Un beso

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  5. Que dureza de relato, pero muy transmitivo, en realidad, hasta estoy contigo en tus afirmaciones ^^

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