Fronteras....

Hay una sola cosa que rige el mundo: el beneficio económico.
Las fronteras son buenas para el mercado. Claro está, para el mercado del llamado "Primer Mundo" (vamos, EEUU y sus perritos falderos - nosotros, e.g.-)
La publicidad mueve todo este sistema, no se invierte dinero en el Tercer Mundo sencillamente porque no son clientes potenciales, porque no CONSUMEN, y si no consumen, no cuentan, no están dentro del público potencial,
no existen.

Esa es la triste realidad, explotamos un sistema que va bien a unos pocos, ¿por qué? Nos preguntariamos.
Pues porque esos muchos que pierden constantemente en este juego (desde sus vidas hasta su dignidad) no tienen voz, no importan.

Porque vivimos en una bonita función. Las fronteras son buenas, tienes que sentirte de tu tierra, tienes que amar a tu conciudadano y, aunque respetes al extraño, siempre tendrás presente que en tu país tú vas primero, sino, ¿cómo vivirás desarraigado de todo, sin un colectivo en el que sostener tu identidad?

Es bueno para el desarrollo (¿Para el desarrollo de qué, exactamente?) que nos sintamos indivuales, poderosos en nuestro pequeño mundo de alrededor.
Pero es una farsa, como casi todo en lo que está montado esta sociedad.
Somos una masa.
Así nos ven desde arriba, y no me refiero a ningún dios (al menos no en el concepto religioso)

Así lo estudiamos en periodismo. Nos dicen: futuros periodistas, os vamos a contar un secreto.
Esto es el mundo, aquí estáis vosotros. Este mundo es una masa, a este mundo es al que tenéis que convencer de que lo que vosotros decís, es la Verdad. Aunque ni siquiera exista una Verdad.

Y que conste que mi estilo de vida y mi forma de ser es completamente optimista y soñador xD

Simplemente, acepto esa verdad y la llevo como puedo. El conocimiento de que no somos realmente libres me da la libertad.
Y las fronteras, para mi, son solo líneas en un mapa. Y la burocracia que rodea este tema, un juego, como cuando juegas a las casitas de pequeña.